lunes, 15 de junio de 2009

Pautas comunicativas en niños con autismo.

Pautas comunicativas en niños con autismo.


Todo individuo en el mundo se ve en la necesidad de comunicarse y establecer lazos sociales, poder manifestar sus sentimientos y expresarse libremente, pero qué pasa con las personas que presentan algún trastorno o enfermedad y no pueden comunicarse, personas que se encierran en un mundo interno y se ven solos y alejados de la sociedad, a estas personas le han atribuído la etiqueta de personas autistas, personas que se encierran en su propia mente, que viven su propio mundo en el cual hay una inexistencia de terceras personas. Para autismo no existe una única definición, sino que hay diversas definiciones. A continuación será desarrollado este tema más a fondo.

El lingüísta norteamericano Steven Pinker destaca cómo el conjunto de síntomas característicos de cierto síndrome hace del comportamiento de las personas que lo padecen algo radicalmente diferente de lo socialmente establecido:

Nuestro sentido común acerca de las otras personas -escribe- es una especie de psicología intuitiva en la que intentamos inferir cuáles son las creencias y deseos de la gente a partir de lo que hacen, e intentamos predecir qué harán a partir de nuestras conjeturas sobre sus creencias y deseos (...). Hay personas que padecen un cierto síndrome que se caracteriza por: la falta del supuesto de que las personas tienen mentes, y se evidencia en el hecho de tratar a los demás como si fueran muñecos inflables. (Cuartas Restrepo, 2007, p. 185)

A partir de esta cita que hace Cuartas Restrepo a partir de Pinker, se puede establecer que los seres humanos tienden a predecir como es una persona a partir de su comportamiento y acciones que realiza dentro de una sociedad, pero los autistas no presenta este tipo de característica, ya que carecen del conocimiento de que las otras personas presentan mente y las ven como un simple objeto que está a su alrededor, que no tienen vida y es incapaz de comunicarse, por eso se cita la idea de muñecos inflables. La problemática del autismo está dada en lo que se ha denominado la comprensión de las otras mentes, que según lo planteado por Cuartas es cómo una mente está relacionada con las demás y como va aprendiendo de aquellas mentes a medida que esta aprende de sí misma. Por su parte, el autista no manifiesta intercambios contundetes de orden simbólico y comunicativo con las otras mente, en donde no comprende ni se dispone a comprender. El autista sin su motivación interna de querer ejercitar la interacción, la socialización y la comunicación, y al no estimar la presencia de la otras mentes, se logra establecer una de las tantas definiciones de una persona autista: "Aquel que se cierra sobre sí mismo" (Cuartas Restrepo, 2007, p. 187).

Para ejemplifica lo expuesto anteriormente, se hará alución al texto de Riviére (2008) en donde el autor del texto esta entrevistando a los padres de un niño autista de tres años, al que se le nombra con la consonate J., mientras se le hace la entrevista a los padres, J. corre sin rumbo por la habitación aleteando con las manos, ignorando completamente la presencia de los adultos que se encuentran conversando. De vez en cuando, J. detiene si carrera, estira y retuerce los dedos de sus manos (específicamente el indice, anular y pulgar) y mira extasiado de reojo a los adultos.
Al leer este ejemplo se puede concluir que efectivamente el niño se encuentra en su propio mundo, en donde no presta atención a los adultos que se encuentran en la habitación como si no existieran. A partir de este ejemplo, se logra establecer otra definicion de autismo:

Es autista aquella persona a la cuál las otras personas resultan opacas e impredictibles, aquella persona que vive como ausentes
-mentalmente ausentes- a las personas presentes, y que por todo ello se siente incompetente para regular y controlar su conducta por medio de la comunicación. (Riviére, 2008, pag. 3)

Cabe destacar la importancia de Leo Kanner, quien fuése el descubridor del autismo en el año 1942, en donde después de haber descrito los casos de 11 niños detalladamente, Kanner logra establecer 3 características comunes que se dieron en estos 11 niños:
1) Las relaciones sociales: para Kanner (Riviere, 2008) el rasgo fundamental del síndrome de autismo era la incapacidad para relacionarse normalmente con las personas y las situaciones.
2) La comunicación y el lenguaje: Kanner (Riviere, 2008) destaca también un amplio conjunto de deficiencias y alteraciones en la comunicación y el lenguaje de los niños autistas, como por ejemplo: ausencia de lenguaje, la falta de atención al lenguaje, la inversión de pronombres personales, la apariencia de sordera en algún momento del desarrollo y la falta de relevancia de las emisiones.
3) La insistencia en la invarianza del ambiente: para Kanner (Riviere, 2008) consiste en la inflexibilidad, la rígida adherencia a rutinas y a la insistencia en la i gualdad de los niños autistas. Perspicazmente Kanner logra relacionar estas característica con otra muy propia del autismo: "la incapacidad de percibir o conceptualizar totalidades coherentes y la tendencia a representar las realidades de forma fragmentaria y parcial". (Riviere, 2008, pag. 4)
Estas características que planteó Kanner todavía se mantienen vigentes.

Para finalizar, como toda enfermedad, se pueden identificar ciertos síntomas o características particulares que manifieste el individuo, como por ejemplo (el siguiente listado de síntomas que se presentan a continuación son los aceptados universalmente y específicos del autismo, pero no son los únicos):
1) Trastorno cualitativo de la relación: falta de reciprocidad social o emocional, incapacidad para desarrollar relaciones con iguales adecuadas a la edad del individuo, trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal, como la mirada a los ojos, la expresión facial, las posturas corporales y los gestos para regular la interacción social, ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir placeres, intereses o logros con otras personas (por ejemplo, de conductas de señalar o mostrar objetos de interés). (Riviere, 2008, pag. 8-9)

2) Trastornos cualitativos de la comunicación: retraso o ausencia completa de desarrollo del lenguaje oral en personas con habla adecuada, trastorno importante en la capacidad de iniciar o mantener conversaciones, empleo estereotipado o repetitivo del lenguaje, o uso de un lenguaje propio, falta de juego de ficción espontáneo y variado, o de juego de imitación social adecuado a su edad.Riviere, 2008, pag. 9)

3) Patrones de conducta, interés o actividad restrictivos, repetidos y estereotipados: preocupación excesiva por un foco de interés (o varios) restringido y estereotipado, anormal por su intensidad o contenido, estereotipias motoras repetitivas (por ejemplo: sacudidas de manos, retorcer los dedos, movimientos complejos de todo el cuerpo, etc.), preocupación persistente por partes de objetos. (Riviere, 2008, pag. 9)








Bibliografia:

Cuartas Restrepo, J. M. (2007). Los rumbos de la mente: Ensayos sobre el yo, lo mental natural y la inteligencia artificial. Madrid:Editorial San Pablo.
Desarrollo Normal y Autismo Primera Parte Angel Riviere.scribd.com. Recuperado el 28 de febrero 2008 en http://www.scribd.com/doc/10014558/Desarrollo-Normal-y-Autismo-Primera-Parte-Angel-Riviere

Integrantes: Rayén Rivas, Cristian Muñoz Pinilla, Cristian Vásquez, Gustavo Quezada, Benjamín Díaz.

domingo, 14 de junio de 2009

Lenguas Pidgin y Criollas.

Podemos encontrar en ciertas situaciones, generalmente de uso empobrecido del lenguaje actual, rasgos muy comunes entre si, lo que nos permitiría encontrar indicios “fósiles” del lenguaje, todo esto último con el propósito de comprender el actual lenguaje y sus orígenes de una mejor forma. Estos casos pueden ser principalmente el uso del lenguaje en niños menores de dos años, en determinadas etapas de adultos que están adquiriendo una segunda lengua, ciertos pacientes afásicos y también en las denominadas lenguas pidgin, nos centraremos en estas últimas y sus principales características.

Las lenguas pidgin no son reconocidas como lenguas maternas de ninguna comunidad, grupo étnico, social, etc., suelen ser lenguas que utilizan emigrantes en sus nuevas residencias, o principalmente, lenguas que son utilizadas en lugares con mucho intercambio cultural, generalmente zonas de comercio y regiones colonizadas por distintos países.

Denominamos lengua pidgin a la desarrollada por hablantes que no comparten una lengua común. Estas lenguas surgen, en general, cuando dos o más hablantes entran en contacto en una situación de intercambio o comercio. Si los hablantes no comparten una lengua común, desarrollan una lengua simplificada para facilitar el intercambio y la comunicación. (Olarrea, 2005, p. 53)

Una característica de estas lenguas es el uso reducido de palabras y poseer reglas gramaticales muy simplificadas, tienen rasgos comunes con los protolenguaje, estos son rudimentarios, sin sintaxis, recursividad ni morfemas gramaticales, tampoco poseen preposiciones, o si las poseen, lo hacen en un número muy reducido, debido a esto último, la comunicación usando estas lenguas depende en gran medida de la información que puede entregarnos el contexto en el cual se desarrollan para desambiguar los posibles significados.
Ahora bien, una de las características cruciales que nos ayudan a identificar un pidgin, es el hecho de que no existen hablantes nativos de una lengua pidgin, cuando esto ocurre, estamos hablando de una lengua criolla. “Cuando un pidgin es adoptado por una comunidad de hablantes los niños de dicha comunidad pueden adquirirlo como lengua nativa. Decimos que esa lengua se ha convertido en una lengua criolla, que se ha criollizado“. (Olarrea, 2005, p. 54)

Se ha visto, a través de la historia que las personas pertenecientes a diferentes culturas y poseedores de distintas lenguas se ven obligadas, en ciertas situaciones, a desarrollar un medio de comunicación común (pidgin), esta nueva “lengua” puede ser utilizada por otras generaciones (como lengua nativa), como ocurrió con los esclavos, las lenguas desarrolladas por ellos evolucionaron, se perfeccionaron de tal forma que llegaron a ser una lengua natural, al ocurrir esto último, se comienza a hablar de un lenguaje criollo.

Hualde, Olarrea y Escobar (2001) indican que muchas de las lenguas criollas que se hablan hoy en día surgieron como consecuencia de la colonización europea de otra partes del mundo a partir del siglo XV. Esto refuerza la idea planteada de que las lenguas pidgins surgen como una necesidad de comunicarse entre miembros de diferentes etnias y, a su vez, poseedores de diferentes lenguas que al ser heredadas a otras generaciones se transforman en lenguas criollas, las cuales son más complejas estructuralmente que su predecesora.

Hace un tiempo las lenguas criollas no eran consideradas lenguas propiamente tales, ya que no se consideraba que tenían el estatus lo suficientemente elevado para ser comparadas con las lenguas europeas. Un ejemplo de lengua criolla es el creole o criollo haitiano, el cual es hablado principalmente en zonas del caribe, principalmente República Dominicana, Cuba, Florida y Bahamas. Básicamente esta basado en el francés mezclado con lenguas del África Occidental.

Reuniendo todo lo anterior se supone que el primer “hombre” en usar algún tipo de lenguaje (Homo erectus), debió desarrollar, a partir de meras vocalizaciones, similares a la de los primates superiores, alguna especie de protolenguaje, similar a los pidgin, un sistema de referencia arbitraria que necesitó mucho del contexto para lograr ser entendido por los hablantes, debido a su simpleza y falta de recursos sintácticos, gramaticales, etc. Por ejemplo, pudo haber utilizado expresiones del tipo “Roberto caminar”, sin especificar si significa que Roberto esta caminando, si va a caminar, si ya caminó, o alguna otra idea, todo esto es aclarado por el contexto en el cual se realice la acción, por ello es imposible complejizar una conversación usando este tipo de lenguaje, esto refuerza lo mencionado anteriormente, en cuanto al contexto. Debido a todas las características mencionadas anteriormente, ya sea de lenguas pidgins o criollas, no sería poco realista afirmar que las primeras lenguas utilizadas por el ser humano fueron muy semejantes a estas en cuanto a su estructura.


Bibliografía:
Olarrea, A. (2005). Orígenes del lenguaje y selección natural. España: Editorial Equipo Sirius.
Hualde, Olarrea, Escobar (2001). Introducción a la lingüística hispánica. España: Cambridge University Press.

Integrantes:
Rayen Rivas, Gustavo Quezada, Benjamín Díaz, Cristian Vásquez, Cristian Muñoz Pinilla.